Christian Owens es un joven británico de 16 años, que, al contrario que algunos de sus pares, no está ni de botellón, ni jugando Call of Duty ni dando patadas a un balón. Owens, por decirlo de una manera clara, está forrado.
Owens decidió seguir el ejemplo de Steve Jobs, el consejero delegado de Apple, y creó a los 14 años un paquete de programas para los ordenadores Mac, que vendía en una web por cerca de 50 dólares (38 euros).
Estas aplicaciones eran procesadores de texto, hojas de cálculo o "suites" de programación que ya existían en el mercado, pero que Owens vendía a un precio menor. De esta forma, amasó su primer millón de euros.
A pesar de tener en su cuenta corriente toda esta cantidad de dinero, Owens no se ha dormido en los laureles: ha creado Branchr, un sistema de publicidad por internet con el que pretende competir con gigantes de la talla de Google.
De momento, con la empresa ha sido capaz de dar trabajo a siete empleados, entre los que está su propia madre y este caso no es un hito aislado en el burbujeante (hablando en términos económicos) mundo de internet y la tecnología.
Fraser Doherty, un adolescente escocés, ganó su primer millón de euros antes de cumplir los 17, gracias a Super Jam una web que vende mermelada y Ashley Qualls, vendió por un millón y medio de dólares una web para descargarse aplicaciones de MySpace, que había creado cuando tenía 14 años.
Los ejemplos abundan y Catherine Cook, que creó MyYearbook , una red social que actualmente está valorada en 20 millones de dólares es sólo uno de ellos.
Sin embargo, el rey de los jóvenes emprendedores sigue siendo Mark Zuckerberg. El creador de Facebook, que actualmente tiene 26 años, preside una compañía valorada en 12 billones de dólares.
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